
Se levantó y caminó hasta la cocina, puso la pastilla de café efervescente en la taza con agua caliente y mientras esperaba presionó el replay para ver el amanecer que se proyectaba en la pared de la cocina. Se vistió, ajustó su corbata y acomodó su chaqueta, revisó su traje blanco como todas las mañanas para asegurarse que no había fisura alguna en el mismo, con calma se lo puso arreglando cuidadosamente su pantalón y su chaqueta para evitar las desagradables arrugas, se despidió de su esposa e hijos y se dirigió a la salida. Después de comprobar la seguridad del hall estanco abrió la primera compuerta y la cerró tras de sí. Orgulloso se colocó su nueva máscara, regalo de sus hijos en su reciente cumpleaños. Abrió la segunda compuerta, salió, cerró y marcó la combinación que puso en marcha el sistema autolimpiante del hall y se encaminó hacia el trabajo como todos los días.
10 comentarios:
Quizás no lo veamos, pero será por poco, ahí es hacia donde vamos.
Saludos.
Como todos los días... caminando, con una cara u otra, pero siguiendo los pasos del camino.
Un beso.
Esa maldita rutina, ese cotidiano que nos acaba borrando el careto, los mismos gestos, los mismos ademanes, la misma màscara, y por dentro, una esencia, un yo..
Besos por tan bello post, mi Angel.
Muy bueno, sí señor. Absolutamente verosímil, por desgracia, y muy bien sintetizado. Enhorabuena.
Cuenta, cuenta..., ¿cuanto falta para ese mecanismo autolimpiante? ¡qué ilusión!
Pobres hombres... ¿seguirán usando corbata?
Me gustó, sí señor/a ¿Los angeles por fin teneis o no teneis sexo?
No tienes nada nuevo, pero te dejo mis saludos deseándote un feliz fin de semana.
Un beso, ANGEL.
Gracias a todos por vuestra visita.
Besos y abrazos (los reparten a vuestro gusto)
Sinuosa, me quedó tu pregunta sin responder,
Durante siglos se discutió sobre el sexo de los ángeles, especialmente entre los cristianos de Oriente. La opinión mayoritaria es que los ángeles son seres sin sexo definido.
Los textos sagrados se refieren a los ángeles en términos masculinos, aunque en el Antiguo Testamento, en el Libro de Zacarías, se nombra a dos ángeles femeninos: "Levanté mis ojos y vi, contemplé, a dos mujeres que se presentaron, había viento en sus alas, tenían alas como las de una cigüeña".
(Ays, Sinuosa... Eso te pasa por preguntar)
:)
Ojalá que falte mucho, o mejor aún, que no sea.
Ahora bien, de algún modo, ¿no es así la vida de muchos?
Un abrazo
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