domingo, 19 de abril de 2009

"Sada"





El cansancio, producto de la espera de sus hijos y sus maridos, se ve reflejado en los rostros. Nadie se atreve a preguntar. Se temen lo peor...


Hace unos días se hicieron realidad los peores augurios pronunciados en la plaza de toros de La Coruña. Ellos, no pudieron soportar las comunas y los concilios, el amor libre y la aprobación del aborto. Los cantos de libertad. Nosotros, no podíamos olvidar los torturados de Montjuich, los años de brutalidad opresiva ni el Octubre del treinta y cuatro.
Junto a Ríos y Picallo organizamos la defensa de la villa. Se levantaron alambradas, barricadas de sacos y se cavaron trincheras, se repartieron armas y municiones,
Algunas mujeres, acompañadas por unos pocos hombres y con mínimas provisiones, salieron al monte repartiéndose en grupos por lugares alejados de la contienda. Los que fueran capaces de sostener un arma a las trincheras. Luchábamos por un sueño, un ideal, una ilusión.
Las tropas de Oliete no tardaron en sitiar la ciudad. Ampliamente superados en número y armamento, comprendimos cual era nuestro destino. Hombres, cañones y carros de asalto bendecidos por las sotanas, se lanzaron a tomar la ciudad. La lucha fue sangrienta, vi caer a mis amigos, a mis vecinos. Labriegos como yo. Vi, rodilla en tierra a Rodrigo, el hijo del panadero, disparar hasta agotar su munición antes que le volaran la cabeza. También vi caer a su padre y a su hermano. Paladeé el sabor de la pólvora mezclado con la sangre y el polvo de las trincheras. El fuego de los morteros apenas se detenía una hora por la noche. Primero se terminaron las municiones, luego los hombres. Ríos agotó sus balas y como pudo, luego de lanzar su última granada, organizó la improvisada retirada.
La ciudad fue tomada. Los que conseguimos salir nos refugiamos en el monte, para los que quedaron la represión fue brutal.
Antón Suárez Picallo, Antoni Carballeira y Manuel Prego, aparecieron torturados y asesinados en la vera de un camino. Maniatado, pero sin vendas en los ojos y al grito de: “¡Viva la libertad!”, fue fusilado Fernández Pita.
Las botas y los crucifijos, brindaron en sus cálices de plata por nuestra sangre derramada. Los cuervos se comieron nuestra carne. Los banqueros sin hambre,con cadenas de oro en sus bolsillos, ostentaron el nuevo poder.
Llevamos días tratando de llegar a los lugares seguros, escondidos durante las horas de luz y avanzando en pequeños grupos en la oscuridad, para evitar las partidas que nos buscan incansablemente. Esta noche, aprovechando la falta de luna, robé la mula y la comida de mi propia casa.


Ahora... aquí llego, la puerta se abre y cientos de preguntas me llegan en el silencio de sus miradas, ¿cómo relatarles las muertes de sus hombres, sus hijos y sus nietos?¿cómo describir el canto de libertad que llevaban en su frente antes de caer abatidos por los traidores? La muerte se lleva los mejores.
¿Cómo decirles que me llevaré a los que quedan? Vengo reuniendo a los milicianos, nos vamos camino a Miño. Cuentan estos montes que allí está José Monzo Ríos reorganizando a las milicias. Queda mucho por andar, habrá triunfos y derrotas. La historia nunca acaba de escribirse...
- Con permiso...

8 comentarios:

Sr. Miyagi dijo...

Para mi miliciano hubiera sido un honor luchar junto al tuyo, Angel. De hecho, creo muy probable que acabasen resistiendo codo con codo en los montes galaicos. Me parece muy bueno el empleo de los dos tiempos verbales en la narración. No obstante, en ocasiones me desconciertan y me rompen un poco el ritmo de lectura ciertos usos que haces de las comas (por ejemplo, frases como: "Hace unos días, se hicieron realidad, los peores augurios pronunciados en la..." o "Las tropas de Oliete, no tardaron en sitiar la ciudad" creo que no necesitan de ellas). En cualquier caso me ha gustado, y me da la impresión de que te has documentado bien. Salud y República.

Lunática dijo...

Con tu permiso...

En general la idea me ha gustado. Cambiaría algunas frases para dar continuidad al relato, sin tanto punto de separación, sin tanta frase corta.
Donde pones: "...robé mi mula y mi comida, de mi propia casa." Yo lo cambiaría por "robé la mula y la comida de mi propia casa", creo que así es perfectamente entendible y no lo recarga.
En la palabra "granada", debiste tener ganitas de comer, porque te falta una vocal.
Escribiría "Con tu permiso", separado del parráfo previo.

Al igual que el comentario anterior, creo que has hecho un buen trabajo con la documentación.

Besos.

El Ángel... dijo...

Maestro Miyagui, muchas gracias por tu visita.
Te agradezco tus palabras, me parecen válidas y seguiré el consejo. Y parafraseándote me despido con un
Salud y República Compañero.


Lunática, permiso concedido...

Tus opiniones me parecen válidas. Supongo que tu primera observación refiere a un ritmo, tipo telegrama, que recibes en la lectura del texto. Comprendo lo que dices y lo tendré en cuenta, hay algo en esa forma de frases cortas que me seduce, quizás mis propias limitaciones.
Ya regurgite la “a” y se la devolví a “granada” y sigo tu consejo con respecto a los “mi” reiterados que me señalas.
En cuanto a la separación de la frase final, originalmente estaban separadas, pero algo pasa que el programa no me la permite bajar, estoy de acuerdo contigo pero “te y me” la debo.
Gracias por tu crítica y tu paso.

Anónimo dijo...

Es excelente, y no digo màs. Volveré para leerlo otra vez.

"Las botas y los crucifijos, brindaron en sus cálices de plata por nuestra sangre derramada. Los cuervos se comieron nuestra carne. Los banqueros sin hambre,con cadenas de oro en sus bolsillos, ostentaron el nuevo poder..."

Y lo peor es que nos dejaron con la rabia contenida en la garganta, y desenterrando fosas, y reconstruyendo memorias.

Un abrazo.

TORO SALVAJE dijo...

Tremendo todo.
Se me ha helado la sangre.
Todavía.

Saludos.

Taba-re dijo...

La guerra y sus resultados.. solo muestra el sin sentido que tenemos dentro.

Bien redactado, por un momento me envolvió la desolación.

Un abrazo.

El Ángel... dijo...

Sí Eva, aún lo estamos tratando de acomodar, peor se pone cuando pensamos que hay otros pueblos en el mundo donde se repite la historia del poderoso y el sometido, por la fuerza, si hace falta.
Gracias por tu visita a mis letras.


Todavía Toro estos relatos nos conmueven, gracias a Dios.
Y a ti por tu paso en mi blog.

Me alegra Taba-re que te gustara.
Somos alegres poseedores de muchos sin sentidos.
Un abrazo.

M. Pérez Lorenzo dijo...

Ola
Antes de nada dicir que o texto pareceume sensacional. Son de Sada, e hai algún tempo que estou desenvolvendo unha investigación sobre a II República e a represión, e máis concretamento sobre J. A. Suárez Picallo. Agardo que saia algo publicado en breve. Ademais, José Monzo é o meu bisavó.
Desconcertoume o uso de datos históricos e agradoume moito, porque é outro xeito de achegarnos ao pasado. Descoñezo se empregaches documentación primaria para o relato, por exemplo sobre o de Monzo en Miño ou sobre a organización da resistencia, e gustaríame poder contactar contigo para intercambiarnos información.
Saúdos,
Lito