domingo, 4 de julio de 2010

"Olvidado"

Caminé tan lejos
que me perdí.
Sentado sobre una roca
engullí mis lágrimas
y mi pasado.
A nadie importa quien fui
y me dejé un día olvidado.
Vaya gusto, andar en vano,
dar vueltas y vueltas
sin llegar a ningún lado.
En tu mano había destino,
encuentro, abrigo,
presencia, ilusión.
Se acaban las fuerzas,
el paso es torpe,
el pulso lento,
jadeante la respiración.

miércoles, 26 de mayo de 2010

"Días de lágrimas"


De lágrimas silenciosas
que tornean las mejillas
cuando menos lo esperas.
Con memoria incomprendida,
semilla que se seca
sin germinar.
Realidad amarillenta
de fotos viejas
y recuerdos inexistentes,
solo deseados.
Viajes y juegos sentidos,
entrañables,
agonizan antes de nacer.

domingo, 9 de mayo de 2010

"Todo va a peor"


Me corté la cabeza y la puse sobre una repisa con la esperanza de dejar de pensar en ti. Desde entonces todo se ha complicado. Ahora mi cuerpo camina a ciegas tropezando contra muebles y paredes. Veo mis manos que buscan deseosas en el aire tu cuerpo. Mis piernas corren tras de ti sin ver el camino, dan vueltas torpemente en círculos sin siquiera saberlo.
Mi corazón tañe al máximo de sus fuerzas gritando tu nombre.
Mi alma... mi alma hecha jirones no responde a nada. No sé si está muerta o comatosa esperando el beso que la despierte después que la pinchara la rueca.
Y mi cabeza, inmóvil, en el estante no para de imaginarte.
Todo va a peor, todo va a peor.

miércoles, 5 de mayo de 2010

"Por Amor"


María es una mujer humilde, como todos los de su barrio, que cuenta con la estima y el respeto de sus vecinos. Ella se crió en el campo, corriendo libre como los pájaros y saboreando la caña de azúcar que las manos fuertes de su padre, abrían con dulzura para ella. Era feliz a pesar de las necesidades que pasó la familia, de las cuales no tomó conciencia hasta llegar a la adolescencia.
“La Maruja”, como la llaman, nunca entendió nada de bancos, política o bloqueos económicos. Ella se limitó a llevar una vida honesta y criar a su familia de igual modo. Pero desde hace unos años, la realidad, la angustia y el dolor oprimen su pecho.
Por amor, aceptó la propuesta que le hicieron aquellas dos mujeres que visitaron una tarde su casa, trayendo palabras de esperanza para su desdicha.
Todo lo que le falta en comodidades le sobra en limpieza. Por eso ayer lavó con energía, y colgó al sol a que se blanqueara hasta la pureza la ropa que luciría hoy.
Llegada la hora, se vistió, cogió las tijeras y en su jardín, luego de pedir permiso a la naturaleza, cortó el gladiolo más bello; por amor.
Por amor sale con paso firme al encuentro, sin importarle lo que vendrá; insultos, empujones, humillaciones, acusaciones de traición a la patria. Si Dios quiere, regresará horas más tarde magullada y sucia de barro. Por amor, volverá a fregar con mano firme su ropa, y volverá a cortar el mejor de sus gladiolos, tan solo por amor.

martes, 13 de abril de 2010

"Martes 13 de asadero"


Llegué según lo acordado, a mí me tocó comprar el pan y el postre helado,
- Del resto me ocupo yo- dijo Roberto al teléfono unos días antes; y ahora, me abría la puerta sonriente. Tras sacarme las bolsas de las manos me invitó a pasar al salón donde sellamos el reencuentro con un sincero abrazo.
Comentamos algo sobre lo bonito que estaba el barrio al igual que su jardín, cargado de rosas en esta época del año. A continuación pregunté por Rocío. -Rocío se fue hace unos días, no volverá nunca más- respondió.
-¡Huy! Lo siento mucho- dije con prisa.
Entonces, su cara se transformó. Seco, duro y mirándome a los ojos descargó -¿Por qué? ¿Tú qué sabes? ¿Y si eso era lo mejor para nosotros? ¿Por qué la gente se apresura a lamentarlo? Sin saber.
Titubeante agregué -Disculpa no quería molestar con mi comentario-
Luego de mirarme un momento, soltó una risa al tiempo que palmeaba mi hombro dijo -No hay problema, ven, vamos acompáñame que estoy preparando nuestro almuerzo.
Al entrar a la cocina vi las bandejas con carne, chinchulines, riñoncitos mollejas y como buen argentino no pude menos que expresar:
-¡Ja! Menudo asado nos espera hoy.
- Sí, si me ayudas a comerlo- contestó entre risas
Acostumbrado a esta imagen desde chico, enseguida noté que la madeja de chinchulines era pequeña al igual que los riñones y la molleja.
-¿Qué son de ternera lechal?- pregunté, girándose y con una sonrisa irónica contestó -No, son de Rocío- Con una risa cerramos el desafortunado chiste y comprendí que mi amigo estaba muy dolido con su separación.
-Me ayudas un momento- dijo Roberto mientras salaba un costillar más bien magro. -Le echas un poco de sal a la sopa- agregó.
Con todo gusto cogí la sal y destapé el caldero gigante que estaba sobre el fuego. Fue entonces cuando la vi. Sin cabellos, la cabeza de Rocío giraba en medio de lo borbotones del agua hirviendo, acompañada por una cebolla entera, dos hojitas de laurel y un pimiento cortado al medio. Colmado por la sorpresa solo atiné a decir:
-¿Mucha sal?
-No, solo un pizco- dijo él mientras calculaba donde cortar el costillar para que entrara en la parrilla.
Pasamos la tarde juntos, el asado estuvo muy bien. A Rocío no volvimos a nombrarla y por supuesto yo la sopa no la probé.
A última hora nos despedimos con un abrazo y quedamos para la semana siguiente pero esta vez en mi casa. Yo también soy casado, al fin y al cabo es un gusto compartir con un amigo. Pasar una tarde rodeado de los que te quieren.

martes, 30 de marzo de 2010

"Desencuentro"

Robert Doisneau
.
Simplemente no encontraste nada en mí que valiera la pena. No te acercaste a mí por mi belleza, no, ni por mi glamour. Sé que no tengo ni tu clase ni tu estilo. Pero vayamos al principio:
Entraste al bar esa mañana preguntando por mí y cuando te señalaron el lugar en la barra en que me encontraba miraste con sorpresa e incredulidad. Giraste y te marchaste, apostaría que aterrorizada y creyendo que era una broma de los parroquianos.
Horas más tarde golpeaste la puerta de mi casa, al abrir, nuevamente vi la expresión de desconfianza en tu rostro y un libro mío en tus manos. Te costó aceptar que de este ser despreciable, a tu juicio, salieran esos versos que amabas hasta el punto de salir a buscarme. Casi tartamudeando dijiste venir de la ciudad, que eras poeta y que llegaste hasta aquí con la idea de estudiar conmigo, “de aprender mi arte” así lo dijiste.
Yo acepté leer los escritos que traías en la libreta rosa, y tú, tomar un té en mis tazas de loza cascada. Conjugabas la soberbia del cuerpo joven y la vanidad del que ha escrito un mal poema (y ni siquiera lo sabe). Tus letras estaban plagadas de tecnicismo y carentes de vida..
Previo arreglo económico, de un dinero que no necesito pero que me pareció justo cobrar, acordé trabajar contigo.
Durante los días siguientes la charla se hizo fluida, pero cargada de preconceptos por tu parte, ideas fijas y estrechas. Y como soy hombre de hablar claro, no tardaron en aparecer diferencias. Rápidamente comprendí que te revolvías en aristas seudo intelectuales, de niña rica, de gente pobre y vacía que temen a la vida, a los sentimientos, a las pasiones.
Esperabas de mí que corrigiera tu léxico o tu sintaxis, que habláramos del uso de sinónimos, antónimos, preposiciones; sin embargo, durante esa semana te llevé muy temprano a la puerta de la escuela, a que vieras llegar descalzos y sucios a los hijos del pueblo. Subimos al monte a ver a Doña Rosalía, la matrona mano santa que aprendió de su abuela, a muy temprana edad, el arte de sacar los chiquillos de entre las piernas de sus madres, a curar lombrices y muchos otros males. Te presenté a la rubia platino del vestido ajustado que vive en la última fila de casas y que continúa el oficio de su madre.
Te conté que he compartido con gente pobre, verdaderamente pobre, con ropas remendadas plagadas de exquisitas vivencias. Te expliqué que se sienta en mi mesa gente honesta y otros no tanto, poetas, pintores, ladrones, estafadores, borrachos, homosexuales y drogadictos, que apuro mi ron, el tabaco y la vida entregado a la pasión de vivir pasiones. Pero tú de eso no sabes nada ¿verdad?
La última mañana la pasamos viendo a los jornaleros descargar un barco en el muelle y te marchaste ofendida cuando te dije que la puta barata del puerto que me abrazó durante toda la noche, sabe de la vida más que tú y tu círculo de poetas mediocres.
No pude hacerte entender que la vida está en la calle de noche y de día, mientras tú continuas encerrada entre libros y recuerdos ya lejanos creyendo que estás viva.
Seguirás repitiendo la matemática diaria, con tu café con leche, tus dos tostadas y la aburrida ensalada de cada mediodía. Seguirás acostándote a las ocho con tu pijama de invierno o de verano, según lo diga el señor del tiempo en las noticias de la mañana.
Fracasé. Te mostré mis mejores fuentes de inspiración pero tú no viste poesía en ellos.
“Qué yo he ganado” me gritas alejándote, claro que sí, pero desde el primer verso.
Tú nada puedes decir porque las almas muertas no hablan.
Y ahora márchate.


Otros colegas de bar y pasiones:

http://visionesdelaluna.blogspot.com/2010/03/indeseables.html

miércoles, 17 de marzo de 2010

“Sicarios de Satanás”


¡Cuidado!
coge la mano de tu hijo
vienen hombres con sotana.
Lobos
disfrazados de corderos,
que gustan de ocultar niños
bajo sus largas faldas.
Nada nuevo, lo de siempre,
engañan a los mayores,
ultrajan a los menores,
les prometen el cielo
mientras los hunden
en el infierno de la vejación
a la sombra de la cruz.

lunes, 15 de marzo de 2010

"Promesas inconclusas"

Oscar Astromujoff

Cada mañana al poner mis pies en la realidad comienza una lucha imperecedera. Tomo un decisión y luego me culpo, de no haberlo hecho me culparía también. Siempre uno de los tres maneja la voluntad de los otros, por periodos cortos, pero el tiempo suficiente para hacer cosas de las que luego me arrepiento. Es horrible.
Una disputa constante, agotadora y desgarrante, nos une,me deshilacho cada día perdiendo consistencia, integridad, nervadura.
Contradicciones. Mientras uno dice “olvídala” el otro dice “ni muerto”, y yo en medio , cada vez más débil, desapareciendo en un hilo de aire que entra y sale, entra y sale.
Escucho sus argumentos, a izquierda y derecha voces que te engañan , te justifican y te condenan; la propia mentira. Estoy rodeado de palabras rítmicas, persistentes, atenazado por el miedo al error y la corrosiva culpa que late en mis sienes oprimiéndome hasta la infelicidad.
La pequeña llama que se extingue.
Ha pasado el día, la cruz lo marca en mi calendario, uno menos para sufrir. Cada noche la misma promesa inconclusa “Mañana...”

“Mañana no habrá mañana, nuevamente será hoy.”

.

Otras voces de mi interior:

http://visionesdelaluna.blogspot.com/2010/03/ridiculo-malentendido.html

http://nuevepuertas.wordpress.com/2010/03/15/de-circulos-y-lineas/

martes, 2 de marzo de 2010

“Una experiencia terapéutica”


Jan Saudek
Llegué temprano a la cita de trabajo porque disfruto del trasiego previo. Una vieja casona alejada de la ciudad haría las veces de set. La habitación elegida no está muy limpia pero un asistente se afana barriendo el gastado piso de madera. Jan da vueltas por la casa y sus jardines buscando distintas locaciones donde aprovechar la jornada de trabajo, mientras un grupo de técnicos instala las luces.
En un improvisado camarín dejo mi ropa y me presto a la tarea de la maquilladora. Cubierta con una bata llego a la habitación donde espera todo el equipo técnico. Las nubes que se dejan ver a través de la ventana inspiran a Jan y decide poner manos a la obra; me quito la bata y desnuda atravieso la habitación hasta ponerme frente a la cámara. No me importa exhibir mi cuerpo desnudo, todo lo contrario, disfruto las miradas que me regalan los técnicos y el esfuerzo que hacen por disimularlo.
A las órdenes del director pruebo distintas posiciones hasta dar con la imagen pretendida. Una asistente nos avisa de un grupo de nubes que atravesará el encuadre que tenemos de nuestra ventana en pocos minutos. Me piden que me prepare. Por primera vez siento la brisa invernal que llega desde fuera. Allí estoy, acostada boca arriba en el piso, sobre una tela dorada con los brazos extendidos hacia el vacío. Por experiencia, sé que debo permanecer así varios minutos hasta que Jan recorra 180º disparando su cámara.
Angustia. Inmediatamente siento como crece dentro de mí, con la misma facilidad que el frío cala mi cuerpo hasta instalarse en mis huesos, en mi ser.
Con el primer disparo llegó la imagen de mi hermana Susy fallecida con tan solo cinco años; nada he tenido que ver con su muerte pero siempre me he sentido responsable. Sucedió un día ¡Clic! Mamá y sus eternos reproches envueltos en whisky. No, no soy como Susy, jamás lo seré, ¡ella hubiera sido perfecta! Desde que ocurrió la tragedia ¡Clic! Papá llega del trabajo y yo corro con los brazos abiertos hacia él. Recibo unas palmadas en mi cabeza y el reproche por estar descalza... ¿Por qué nunca me abrazabas?, ¿por qué no me defendías?, ¿por qué ¡Clic! En el suelo las revistas de moda vacía, al igual que mi cama y la taza de café. En el aire el sonido del reloj marca cada segundo interminable de mi soledad a golpe de martillo y por mucho que lo intento no consigo acelerarlo en el agobio de cada fin de semana. Hay veces ¡Clic! Flashes, fama, sonrisas fingidas, búsqueda de aprobación, autógrafos en papeles vacíos.
Una lágrima fría se desliza por mi mejilla, la voz de Jan da por terminada la toma. Me levanto. “¿Estás llorando?” pregunta “No, es el frío” digo escondiendo mi rostro. Por primera vez me incomodan las miradas de los técnicos ya que me siento demasiado expuesta.
Tiritando me visto y salgo apresuradamente sin dar explicación; escapo de la comprensión, escapo de este eterno abrazo vacío.
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Otros que aparecen en la foto:

miércoles, 24 de febrero de 2010

"Pesares"

No hacer feliz
a la persona que amas,
es penoso.
Pero a veces el amor
se empeña
en darte calabazas.
Y la vida,
se ríe
en una esquina,
a la que nunca llegas.



miércoles, 17 de febrero de 2010

"Lady Godett"

" Coffe Klimt"

Mi vida ha dado un vuelco. No consigo entenderlo y mucho menos sacarlo de mi cabeza. Estoy enamorado.

Todo empezó esa mañana que un alboroto me llevó del cuarto de celadores al salón comedor.
Al entrar, Richi tiraba golpes al aire con los dos brazos, defendiendo su taza de café, mientras el resto de los internos lo rodeaban en actitud de curiosos.
Richi llegó aquí hace dos años condenado por asesinato, con lo puesto y cinco libros de poemas de Lady Godett que recitaba de memoria.

Para Richi se había convertido en una obsesión encontrar a Lady Godett de quien se había enamorado gracias a las inspiradas letras de amor que escribía. Desde que conoció sus versos salió a buscarla y cuando encontraba a quien él creía era Lady Godett le declaraba toda su pasión. El rotundo “no” por respuesta lo convertía en un enemigo peligroso que seguía pacientemente los pasos de su víctima hasta encontrar el momento para matarla. Entonces, decidía que esa no era Lady Godett y reiniciaba su búsqueda. Así llego a matar cinco mujeres.

Cuando entré al comedor, los internos se dispersaron rápidamente ubicándose en las esquinas del salón mientras murmuraban, entre ellos o para sí, palabras ininteligibles con largos hilos de baba. Richi cogió su café y se sentó en la mesa más alejada que encontró.
El pensar que mi sola presencia podía hacer esto, me halagó; no suelen ser agresivos pero tienen sus días.
Di una larga mirada al lugar y tras comprobar que había regresado la calma me acerqué a Richi. Este tamborileaba con sus dedos sobre la mesa rodeando con sus manos la taza de café, parecía nervioso. Sin embargo, al llegar a su lado me miró a los ojos y comenzó a hablarme con absoluta naturalidad, como si nada hubiera pasado. Durante largo rato me explicó el profundo amor que sentía por Lady Godett, habló de ella como de un ángel de belleza extraordinaria. Lo hacía con tanta pasión que era imposible dejar de escuchar como recitaba sus poemas y se deshacía en halagos para ella. Al terminar de recitar “Autorretrato” un poema en el cual ella describe detalle a detalle su cuerpo desnudo, él bajó su mirada hacia el café y entonces la vi.
No sé como explicarlo pero allí estaba... hermosa... angelical... desnuda sobre la cuchara. Perfecta. La vi respirar, la deseé, y abandoné corriendo el salón.

Esa misma noche al terminar mi turno, robé a Richi los cinco libros de Lady Godett y su taza de café. A la mañana siguiente, buscando sus pertenencias, Richi montó un “todos contra todos” en el salón comedor que tuvimos que intervenir los guardias y los celadores para frenar la contienda. Richi fue confinado en otra área y no lo he vuelto a ver, sé que pasa sus días sedado y balbuceando poemas de amor.
Desde esa noche, yo sólo salgo para ir a trabajar. En casa leo una y otra vez los poemas de Lady Godett sentado frente a la taza de café. Y sueño con el día que saldré a buscarla entre esta multitud. Porque sé que está aquí, en esta ciudad...

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Otros colegas:

lunes, 8 de febrero de 2010

"Harta"


Harta de mi soledad salí de casa
y empecé a caminar.
Entré en un bar alejado
del centro de la ciudad.
Tomé varias copas.
Elegí.
A la mañana
después de cerrar la puerta,
arrojé a la papelera, sin leer,
la nota que dejó con su teléfono
y me duché.

domingo, 7 de febrero de 2010

"Amarga espera"


Crecías en el líquido mágico que no alcanzó a cumplir su misión.
Te soñé. Oliendo a leche entre montes entrañables; en el parque o de mi mano en la cola de un cine mientras descubrías el mundo.
Te nombré durante seis meses de espera amorosa.
La oquedad del vientre se llena de dolor. Mi corazón derrama lágrimas por la obra inconclusa del amor. Entre miles de preguntas, no hay preguntas, sólo el vacío abrazado a tu manta.
De mi mano cae la rosa blanca al sepulcro que no tengo siquiera para homenajearte.

miércoles, 3 de febrero de 2010

"Volver"




Volver a los rincones
habitados por fantasmas.
Acurrucarse en el recuerdo
de las caricias perdidas
y los olores conocidos.
Recorrer la biblioteca.
La de los libros de siempre
rodeados de la oscuridad
del óleo y el brillo del jade.
Restregarse la nariz
húmeda de lágrimas
ante el polvo de la historia,
o ante la historia hecha polvo.
Lugares y gente que no mueren
mientras aniden en mi memoria.
La abuela, el patio, el limonero
que acogió siestas y viajes
que nunca realizaré.

jueves, 31 de diciembre de 2009

Fiestas

Por muy crítico que me pongo con estas fiestas, al igual que la sidra, el cava y los turrones, regreso cada año al encuentro con familia y amigos.
Muchos kilómetros para llegar a estrecharme en un abrazo con aquellos que me quieren de verdad, los de siempre, los que todo lo perdonan. Los que aceptan la distancian y el silencio, esos a quienes no necesitas explicarles quien eres. Te aceptan sin preguntas ni reclamos.
Simplemente te aman… y yo a ellos.




Vacaciones jajajajajajajajajaja!!!!

No los olvido…

martes, 15 de diciembre de 2009

"Así es"

Bailarina - Joan Miró

Cuando algo es...
simplemente es.
Sería más fácil así.
Pero tú prefieres cuestionar.
Dar vueltas
y hacerte mil preguntas,
de esas que tanto te gustan,
sobre la existencia y el sentido de ser.
No quieres,
en nombre de tu independencia,
tomar parte.
Lo comparto,
al igual que mis tardes de sol,
el desayuno
y tu cena baja en calorías.
Hoy llueve en Madrid,
y te propongo una casa
llena de habitaciones,
donde puedas perderte
y esconderte de ti
como haces siempre.
Te propongo un lienzo en blanco,
que pinte cada mañana
tu amanecer,
como lo concibas,
como lo vivas.
Podríamos compartir
y un día al despertar,
simplemente descubrir
que eres amada
y que amas.
Porque las cosas
son lo que son:
eso es todo.





miércoles, 9 de diciembre de 2009

"Ni de unos ni de otros"

Richard Avedon
.
“Maldita la hora en que acepté su propuesta...”


Llevamos días cambiando de hotel. Recorriendo las calles por la acera oscura, de noche, con el sombrero clavado hasta los ojos y la bufanda alzada hasta tapar la nariz. Sé que vienen tras mis pasos. Hasta ahora, la suerte nos ha acompañado... hasta ahora. Ellos necesitan saber cuánto sé yo. Pero sobre todo quieren que esa información no llegue a mi bando. Son nombres y datos vitales para la seguridad de nuestros hombres al otro lado de la barricada.

Llevo semanas repitiendo esa lista en mi cabeza para no olvidarla; semanas acercándome cautelosamente al punto de encuentro con los míos. El momento ha llegado, tan sólo unos escasos minutos y unos pocos metros nos separan.
Para entonces, y después de días insistiendo con su teoría de la seguridad, Marleyn me ha convencido de ser ella quien haga la entrega, dado que a ella no la conocen y a mí me buscan todos los hombres de gris.
De mi memoria pasaron a sus labios carmesíes todos los nombres de la lista que repitió sin error alguno.

Llegó el momento en que debía marchar y yo aún no estaba seguro de que sea este el modo menos peligroso. Mientras abotonaba su abrigo me dijo:
“Tranquilo. Sólo es cruzar la calle. Habré vuelto antes que notes mi ausencia” y antecedido por una hermosa sonrisa agregó, “Prepara tus cosas, pronto nos marchamos de aquí.” Me besó y salió.
Con ansiedad me acerqué a la ventana para verla cruzar y entrar en el hotel. Ella iba llegando a la esquina con paso seguro, cuando vi varios hombres apostados en la terraza vecina.
Iba a abrir la ventana para advertirte del peligro cuando sonó la detonación, cuando estalló tu pecho a borbotones.
El llanto ahogó mis gritos “malditos traidores”. Las carreras en el pasillo y en las escaleras me advirtieron de que estaba rodeado; ya no hay salida. Me quitarán la piel centímetro a centímetro hasta que les revele la información que poseo.
Cogí la silla y la coloqué frente a la única puerta de la habitación. Me senté relajadamente, supe en ese instante que tú eras lo más importante en mi vida, mucho más que mis ideales y que todas las absurdas guerras habidas y por haber.
Siento los alientos jadeantes al otro lado de la puerta dispuestos a entrar, y el frío cañón de mi Beretta sobre mi sien.


Compañeros de espionaje:
.

martes, 24 de noviembre de 2009

"Abu..."


Cuando falleció el abuelo, la abuela se negó de manera intransigente a vender la casa del lago a pesar de la insistencia familiar y de los bancos acreedores. Decía que su esposo volvería al término de un año. Pasado ese tiempo la he visto sentarse en la galería frente al lago y hablar muy animada durante largas horas día tras día.
A veces lo hacía cariñosamente y otras con cierto enfado, pero siempre que regresaba a la casa entraba con la mirada de una adolescente enamorada. En las pocas oportunidades que me atreví a preguntarle con quién hablaba, sólo me decía “- ¿Aún no lo ves? Ya lo verás... ya lo verás.” Y se dirigía a la cocina a preparar los dulces que más le gustaban a mi abuelo, y de los que para entonces disfrutábamos sus nietos y bisnietos.
Ha pasado poco más de un año que la abuela cerró sus ojos a nuestra vida. Y desde hace meses sé que esta casa no la venderé nunca.
Cada tarde me siento en la silla de la galería y los veo pasear cogidos de la mano por la alameda a orillas del lago. Hay días que sólo se miran acaramelados, otros hablan entre risas o escucho a la abuela regañando al abuelo pero siempre amorosamente. Como han sido sus vidas.
Me doy cuenta que mis hijos mayores no los ven y pienso “ ya los verán”. Por ahora es un secreto que comparto solamente con mi hijo menor que al verlos se sonríe y estirando su mano regordeta balbucea “ Abu... abu...”
.
Otros con la silla del lago

lunes, 23 de noviembre de 2009

"Una y otra vez"

Ausencia,
inmenso espacio vacío.

Te encuentras detrás de la bruma.

Siento tus pasos
deambulando tras la cortina,
inseguros,
vacilantes.

Y te animo.

Cuando surges
llega el abrazo amoroso,
las confesiones a media voz,
la caricia indiscreta.

Al alejarte,
te sumerges en la niebla
con la sonrisa de siempre.

Entre mis manos
late tu perfume y tu piel.

Indiscreto
me acerco al borde
de la locura.

Mi deseo
como un faro inestimable,
indica el camino de regreso
una y otra vez.

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Otros que comparten foto
http://nuevepuertas.wordpress.com/2009/11/24/la-bruma/

http://visionesdelaluna.blogspot.com/2009/11/experimentacion-locura.html

viernes, 20 de noviembre de 2009

"Angels" "Boylovers" "Lolitas""

Siente,
tú mismo
en cuerpo infantil
desnudo y expuesto
de manera escabrosa
obscena,
que nadie robe
su inocencia
ni agríe su sonrisa
es tu hijo
y el mío.


Basta de pornografía infantil, no al maltrato de los chicos. Dejen de consumir niños.
Si estás buscando:
"ANGELS" "BOYLOVERS" "LOLITAS" "GIRLLOVER" "PRETEENS" "BOYBOY"

Te vas a topar con mi post y el de muchos blogs más.

jueves, 19 de noviembre de 2009

"Guardar silencio"



Me llaman autista aunque no lo soy. Algunos lo repiten sin siquiera saber qué significa. Yo no hablo, pero ellos han hablado mucho acerca de mi silencio. Hay quienes sostienen, con mucha sabiduría, que es una malformación de la garganta, que ha sido un susto cuando pequeña, que es la angustia del día que se marchó mi padre que aún me oprime la voz. Los más leídos dicen que es genético y los menos que soy boba, sin más.
La realidad es que me niego a hablar. Me niego a hablar de la moda, de la lluvia de ayer o del vecino que no deja la basura en el lugar adecuado.
La gente ya se ha acostumbrado a mi silencio. La mayoría no se dirige a mí, algunos lo hacen contando con que no voy a contestar. Otros se han empecinado en sacar una palabra de mi boca, ésos son los que más me molestan. Podría cambiar de pueblo, no hay nada que me ate a permanecer en éste. Pero eso sería peor, aquí ya se han acostumbrado a mí después de mucho tiempo y aunque no lo entienden, gran parte de los vecinos conviven sin importarles.
¿Por qué no se respeta el silencio de los otros? ¿Por qué hay que llenar los espacios con palabras? Palabras vacías, huecas, sin compromiso.
Hablar, hablar, decir, decir.
La gente habla hasta estando sola, no soporta el silencio.
Aquel día leí la siguiente frase: “Si lo que has de decir no es más importante que tu silencio, no lo digas”
Desde entonces he encontrado muy pocas palabras más importantes que mi silencio. Y ya estoy hablando demasiado, nada más que agregar. (Silencio)

jueves, 12 de noviembre de 2009

"Ante ti"


“siento impropia mi vestimenta
y me desnudo
siento impropio mi bello
y me rasuro
siento impropias mis palabras
y me callo
camino de puntillas por no dañar
tu silencio”

lunes, 9 de noviembre de 2009

"El viaje"

Rafal Olbinsky
Con mis amigas decidí pasar unas vacaciones inolvidables y así las preparamos. Luego de ver varias opciones nos decidimos por México.
“Eso estaría muy bien” pensamos todas, ya que reúne la posibilidad de hacer turismo durante el día y tener lugares de ocio nocturno.

Allá nos fuimos con una larga lista de recomendaciones familiares, aún cuando somos todas mayores de edad ninguna pasa los 21 años.

Desde el primer día decidimos salir a disfrutar al máximo. Nos instalamos en el hotel y dimos un paseo por la ciudad para contratar nuestra primera excursión para la mañana siguiente, “Las ruinas de Tlaxcala”. Durante esa mañana conocimos un grupo de jóvenes canadienses que nos invitaron para ir a una disco que se encontraba fuera de la ciudad. Esa misma noche, después de la ceremonia de preparación, risas y embellecimiento fuimos al encuentro de nuestros nuevos amigos en un bar céntrico y de ahí nos trasladamos a la disco, que se encontraba a media hora de coche del centro de la ciudad.

Ahí nos reunimos con otro grupo de jóvenes aparentemente todos conocidos de Johnny. No tardaron en llegar las primeras copas, yo en la disco sólo bebo agua. Allí estábamos disfrutando de bailar cuando Yurena, la hermana de una de mis amigas, se empezó a sentir mal, yo seguí bailando con Johnny mientras todo el grupo se alejó hacia unos asientos donde sentaron a Yurena tratando que se recuperara de su malestar. Pocos minutos después fui yo quien se agarró con fuerza del brazo de mi acompañante para no caerme debido a un fuerte mareo. Éste amablemente me ayudó a llegar hasta un sillón a un lado de la pista de baile. En cuanto apoyé la cabeza y cerré los ojos estaba en otro sitio, exactamente en la biblioteca de la universidad. Me sentí mareada, no entendía qué hacia ahí.

Fue la voz de Johnny invitándome a salir a tomar aire fuera la que me trajo a la realidad. Acepté su invitación y me deje llevar, en ese momento mi voluntad era cero. Empezamos a andar por la disco hacia la salida cuando me vi nuevamente dentro de la biblioteca esta vez caminando en círculos y de pronto caminaba por unos pasillos oscuros y estrechos donde había cajones con botellas vacías apilados sobre una de las paredes y vuelta a la biblioteca. El aire fresco y el sonido de la puerta lateral de una furgoneta me trajeron a la realidad, vi a Johnny invitándome a subir al vehículo y así lo hice. Al apoyar la cabeza en el asiento ya estaba nuevamente en la biblioteca, pero esta vez delante de mí había un gran pez de colores fosforescentes, flotaba o nadaba en el aire, no sé como decirlo, en realidad volaba haciendo los mismos movimientos que haría en el agua pero desplazándose en el aire. Giró varias veces a mí alrededor, y dio una vuelta violenta pegando en mi cara con su cola, y otra vez y una tercera vez aún más fuerte que me llevó a abrir los ojos.

Delante de mí varios hombres me indicaron que saliera de la furgoneta y me llevaron a una habitación dentro de una casa, no pude ver a Johnny ni preguntar qué era lo que estaba pasando. Me acostaron en una cama grande y volví a mi pez. Este se movía con gran rapidez y ahora la biblioteca ya no se parecía a la universitaria. Con un coletazo bajó uno de los libros y del mismo modo lo abrió por la mitad. Entendí que quería que lo mirara y al acercarme pude ver escrito en letras rojas bien grandes la palabra “Danger” cogí el libro y di vuelta a sus páginas, en todas decía lo mismo, Danger, Danger, Danger, Danger. El pez se acercó y me dio dos fuertes golpes con su cola en la cara, abrí los ojos y un señor me ofrecía una barra de chocolate y café. Me ayudó a tomar la infusión y pensando que necesitaba recuperarme, poco a poco tragué la barra de chocolate como pude.

Escuchaba voces de hombres discutiendo por dinero en otra sala y me preguntaba dónde estaba, ¿dónde están mis amigas? ¿Johnny? El hombre del café salió y regresó trayendo un vaso con agua que bebí ansiosa, sentía mucha sed.
Inmediatamente estaba nuevamente en la biblioteca con mi pez volador, éste no paraba de sacar libros de los estantes y abrirlos por páginas que sólo decían “Danger”.

Mientras mi mente seguía inmersa en la biblioteca sentía manos que acariciaban mi cuerpo a la vez que me despojaban de mi ropa. Sentí el peso de un cuerpo sobre mí metido entre mis piernas, pero nada podía hacer yo para evitarlo. Luego otro y otro, sólo cambiaban los olores, a veces a tabaco a whisky o a tequila mientras las manos no paraban de tocarme.

Dos coletazos violentos me llevan a abrir los ojos, nuevamente el señor del café frente a mí. Ahí estaba yo, sobre la cama tapada con una manta y al mirar debajo me vi desnuda y con hilos de sangre sobre mis piernas, comencé a gritar con desesperación. Al instante entraron dos hombres que me golpearon y me amenazaron hasta que me callé. Otro café, otra barra de chocolate y otro vaso de agua que esta vez me obligaron a tomar y de nuevo inmersa en la biblioteca con ese pez mientras mi cuerpo soportaba pesos que iban cambiando y sentía las manos que no paraba de hurgar en él.

Ahora estoy sentada en una gasolinera de la carretera esperando que venga la policía por mí. Según la fecha que me ha dicho la señora de la tienda, creo entender que han pasado diez días desde la noche de la disco. En la gasolinera dicen que llegué así, como estoy, desnuda, tapada con una manta, golpeada y ensangrentada. Yo no doy crédito a todo esto, no sé donde estuve ni qué pasó.
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Los otros colegas de viaje:

jueves, 29 de octubre de 2009

La caída


Suavemente bajan las luces de escena. Tras un breve silencio cargado, estalla la ovación. Una noche más el público de pie y su alma de rodillas. Una ducha rápida y en la calle el encuentro con colegas que felicitan con palabras huecas y frases hechas que ya no confunden. Palmadas en la espalda de amigos de barra y un último autógrafo a la señora gorda cuyo nombre no comprende.

“Arenales 1512” dice al taxista bajando la cabeza en un intento de mantener su anonimato. El ruidoso ascensor lo deja en la planta cinco y al abrir la puerta de su piso comprueba dolorosamente que la taza de café y el cenicero siguen donde él los dejó por la tarde, como no podía ser de otro modo.
Luego de ponerse una ropa cómoda para estar en casa y de colgar cuidadosamente la chaqueta y el pantalón, echa una mirada al espejo y comprueba que ya no tiene la grandeza del rey ni lo acompaña su corte; piensa en la soledad de Creonte.
Se dirige al mueble bar y elige la dama que lo acompañará esta noche.
En el fondo de la copa se alejan los textos recién aprendidos y dan paso a antiguos aplausos evocados desde la juventud.

¡Oh! ¡Si esta demasiado sólida masa de carne pudiera ablandarse y liquidarse, disuelta en lluvia de lágrimas! ¡O el Todopoderoso no asestara el cañón contra el homicida de sí mismo! ¡Oh! ¡Dios! ¡Oh! ¡Dios mío! ¡Cuán fatigado ya de todo, juzgo molestos, insípidos y vanos los placeres del mundo! Nada, nada quiero de él, es un campo inculto y rudo, que sólo abunda en frutos groseros y amargos.

“Odio a Hamlet... marica malcriado cuya cobardía se parece a la mía”. Permaneció en silencio sintiendo como el líquido ambarino subía del estómago a la cabeza. Dejó caer la púa sobre un disco de su colección. Sintió que la grandeza de Bartók resaltaba la nadería de su ser.

¡Ah! no quisiera pensar en esto. ¡Fragilidad! ¡Tú tienes nombre de mujer!

Con el desequilibrio que da el final de la botella llegó hasta el dormitorio y cogió, del segundo cajón, las fotos envueltas en papel seda. Torpemente eligió otra botella del bar y se sentó a vaciarla mientras como naipes que el azar no favoreció, pasaba su ayer de una mano a la otra. Alzó la vista en dirección a la puerta y la vio partir una vez más, fría y orgullosa. En un sollozo masticó las palabras con el amor del odio.

¡Muerte y vida!
Me avergüenzo de que aún tengas el poder de conmover mi alma a tal extremo, haciéndome verter a pesar mío, ardientes lágrimas. ¡Caigan sobre ti la peste y todas las plagas! ¡atraviésente y desgárrente los incurables dardos de la maldición!
¡Ojos míos, demasiado insensatos y tiernos! ¡si aún sois capaces de dar paso al lloro, os arranco sin piedad! ¡ah! ¿a tal punto han llegado las cosas? ¡Pues bien, sea!

Observó el retrato más bonito de Isabel, su Julieta. Recordó noches envueltas en sábanas cargadas de deseo, tardes de caricias amables y poemas. Tambaleante declama con pasión mientras sale al balcón.

Se ríe de las heridas quien no las ha sufrido.
Pero, alto. ¿Qué luz alumbra esa ventana?
Es el oriente, y Julieta, el sol.
Sal, bello sol, y mata a la luna envidiosa,
que está enferma y pálida de pena
porque tú, que la sirves,
eres más hermoso.
¡Ah, es mi dama, es mi amor!
¡Ojalá lo supiera!
Mueve los labios, mas no habla. No importa:
hablan sus ojos; voy a responderles.
Dos de las estrellas más hermosas del cielo
tenían que ausentarse y han rogado a sus ojos
que brillen en su puesto hasta que vuelvan.
¿Y si ojos se cambiasen con estrellas?
El fulgor de su mejilla les haría avergonzarse,
como la luz del día a una lámpara; y sus ojos
lucirían en el cielo tan brillantes
que, al no haber noche, cantarían las aves.

Se asomó por la barandilla del balcón esperando ver a su Julieta retornada en el portal y vociferó hacia la calle vacía...

¡Oh! Tú, abominable seno, vientre de muerte, repleto del más exquisito bocado de la tierra, de este modo haré que se abran tus pútridas quijadas; te sobrellenaré a la fuerza de más alimento.

Se estiró sobre la barandilla un poco más y murmuró:

“Al llegar arriba no hay paraíso, sólo te espera la caída” Se compadeció de Ícaro.

El golpeteo de la púa en el final del disco indicaba, desde hacía rato, que “El príncipe de madera” se había acabado.

lunes, 26 de octubre de 2009

Magick

Jan Saudek

- ¿Qué debo hacer ahora?
- Haz lo que quieras es el todo de la ley.
Retumbó su respuesta en mi cabeza doliente apenas abrir los ojos esta mañana. Sobre la almohada una flor.

“El Género está en todo; todo tiene sus principios masculino y femenino; el Género se manifiesta en todos los planos”
Así te presentaste, fue una entrada triunfal, efectista. No esperaba encontrar a nadie y ni siquiera te oí entrar.

Yo te revelo el secreto de los mundos,
El alma de la Naturaleza, la Esencia de Dios,
Pero escucha sobre todo el gran arcano...
Zeus tonante, Zeus etéreo...

Salí a caminar por el monte después de cenar, conozco bien el monte, me he criado aquí y podría recorrerlo en una noche sin luna. Pero hoy la luna está hermosa, redonda y nívea.

Él reina en la profundidad de la tierra
Y en lo alto del Cielo estrellado:
Soplo de las cosas, indómito Fuego masculino y femenino,

Al agacharme a coger una flor, fue que vi una extraña luz en la vieja casa abandonada. Nunca supe que hubiera nuevos vecinos y la curiosidad me llevó a acercarme.

...Hombre y Mujer, Padre y Madre;
lo sagrado de las nupcias eternas,
incesante brotan el fuego y el agua, la tierra y el éter,


Al mirar en su interior no vi a nadie pero la puerta estaba abierta y atraído por algo que no sabría explicar no dudé en entrar. Observé detenidamente el lugar. En el salón había pocas cosas, quizás llevaban años ahí. No lo sé, en realidad hasta hoy no había prestado demasiada atención a esa casa. Algunas pieles de animales, un camastro, un biombo y otros objetos tirados por el suelo. Parecía que la sala la hubieran limpiado recientemente.

...los amores del cielo y de la tierra no son conocidos
por los profanos, sólo se revelan a hombres divinos.

Me sobresalté al escuchar tu voz a mi espalda. Entraste semidesnuda, con una flor de las que crecen en el monte y repitiendo palabras ininteligibles, al menos al principio.

Nosotros los iniciados, nosotros sabemos
lo que hay arriba y lo que hay abajo,
Nosotros somos los salvadores de las almas,
Los Hermes de los hombres

Hablaste de paisajes desconocidos para mí, de lejanas galaxias y cercanos dioses, y yo no conseguí articular palabra, tampoco me apetecía. Disfruté de tu desnudez, de tu voz clara y envolvente. Sentada sobre la piel de un cordero, me mostraste, en un biombo plagado de estrellas, lo que llamaste “el camino iniciático”.

Y llevamos en el corazón preciosas joyas, las lágrimas
de todos los seres para convertirlas en sonrisas.

“Partirás de la Constelación del Pesebre, donde nacerá el Principio Crístico luego iras a Sirio, Orión, Casiopea y el Cisne. La flecha de Sagitario indicará la dirección correcta, entre las dos ramas del bien y del mal, señalará el camino del centro. Por el llegarás a Altair para enfrentar al Dragón”

Ella es antorcha en el templo, estrella en el cielo.
Así crece la Verdad

Inesperadamente empecé a comprender cada palabra que decías pero seguía sin saber qué debo hacer yo con esto.
¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer? Fue la pregunta que brotó de mi boca. Giraste. Sonreíste. Avanzaste hacia mí para envolverme en tus brazos y besarme. Me dejé llevar, cómo no dejarme llevar en esta danza cósmica.

Que esté en vuestros amores, vuestras alegrías y vuestros llantos.
Amad porque todo es amor...

Con el sol ya en lo alto, desperté desnudo y agobiado por el calor, en un camastro sucio. Tú no estás. ¿Qué fue lo qué pasó? Un intenso dolor de cabeza me obliga a incorporarme lentamente. El lugar ha cambiado, no reluce como anoche. ¿Y esto qué fue? ¿Un sueño quizá? ¿Por qué vienen a mi mente los versos de Hesíodo? Un poeta que nunca leí.
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Otros seres mágicos que me acompañan:
http://visionesdelaluna.blogspot.com/2009/10/luz-de-lluvia.html

lunes, 12 de octubre de 2009

"HAMELIN"





"Hamelin" de Juan Mayorga en la versión de La República, se estrena los días 16, 17, 18, de Octubre en el Teatro Cuyas de Las Palmas de Gran Canaria. Los que estén cerca no se lo pierdan, será el estreno del año.




Ficha Artística:

Autor: Juan Mayorga
Dirección: Nacho Cabrera
Ayte Dirección: Gemma Carballo

Intérpretes:

Luifer Rodrígue
Hermi Orihuel
Emma Álvarez
José Manuel Trujillo
Miguel Ángel Maciel
Carmelo Pennica

Violonchelo: Elena Marrero

Iluminación: Miguel Ferrera
Escenografia: Clemente García
Montaje: Manuel Artiles
Estilismo: Noni Cabrera

Producción: La República y Trivalia


"Hace mucho tiempo, en la próspera ciudad de Hamelin, sucedió algo muy extraño"
Así comienza un cuento inquietante y cruel, que en la pluma de Mayorga, nos arrastra hasta uno de los más crudos ejemplos de explotación que puede perpetrarse contra la infancia y la adolescencia: la pederastia.


"[...] El escenario me permite contar historias, como el novelista, explorar la lengua como el poeta y desarrollar a placer mis preocupaciones filosóficas, con el valor añadido que el director e intérpretes desplazan todo eso a lugares imprevistos y el público lo vive como una experiencia. El teatro es el lugar idóneo para examinar el mundo con ojo crítico.[...]"
Juan Mayorga.


"La práctica escénica de La República, sí ha ido confirmando una trayectoria de compromiso con el teatro de ahora, con textos de reconocidos autores y autoras contemporáneos españoles, y de irrenunciable compromiso con la realidad de ahora, del ser consciente de vivir en un territorio determinado sin olvidar la patria común. La del teatro y la de la vida misma."
José Orive (crítico teatral)

"Un libreto de este calado necesita un trabajo actoral muy potente para lograr credibilidad y eficacia en el mensaje. Uno de los grandes retos que presenta es el ritmo trepidante de acción y diálogos. Aunque la trama sea profunda, la estructura es sencilla y fluida, y eso requiere llevar las cosas muy bien atadas"
Nacho Cabrera (director)



Los actores en versión de La República

domingo, 4 de octubre de 2009

"La Maleta"



Mi vida siempre ha estado
ligada a una maleta.
Con una maleta llegué,
perdida sin saber donde estaba
arrastraba mi maleta
cargada de sueños y frustraciones,
de temor y expectativas.

Rodé con ella de pueblo en pueblo
hasta encontrar el lugar perfecto
donde cabía mi maleta.
Todo lo que tengo entra en mi maleta
(menos tú que no te tengo)
y no quiero más.

Con una maleta te vi llegar,
fuerte, viril, perfumado
y con tu ropa ordenada.
Caminando por lugares desconocidos
como quien camina por casa.

Hoy la maleta vuelve a ser protagonista.
La tuya está sobre la cama. Es la tuya,
que se va llenando poco a poco
de lágrimas y desazón.
En cada camisa planchada te llevas mis sueños.
Con cada cajón que abres vacías mi corazón.

Me escondería aquí, entre tus corbatas
para que me lleves contigo.
Pero no sé hacerlo. No aprendí a suplicar
cariño, ni a someterme por amor.
Por eso te pedí que prepares tu maleta.

No sé hacerlo, pero hoy me metería en ella.
Me quedaría acurrucada, pequeñita,
sin hablar, sin molestar,
Pero no sé hacerlo, no sé hacerlo...
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Los otros que viajan en la maleta son
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lunes, 21 de septiembre de 2009

"Nunca despiertes"

"Es mío" Ouka Leele




La jornada de trabajo ha sido larga e intensa. Llego a casa cansada y sin ánimo de comer quizá a causa de este dolor de cabeza que me acompaña desde la mañana. Una buena ducha y acostarme será la mejor solución. Apoyé la cabeza en la almohada y caí en un profundo sueño al instante.


Allí estaba parada frente “Al juicio de Paris”. Observé como poco a poco tomaba vida. Recién entonces me di cuenta que yo también estaba desnuda. Las diosas se movían voluptuosamente y hablaban una lengua que no conocía pero que creía poder comprender. Ahí estaba, de pie escuché los cargos. Era culpable, me sentía culpable.
Volteé la cabeza al sentir que tocaban mi pelo. Un grupo de mujeres también desnudas empezaron a cepillar mi cabello. Inicialmente resultaba agradable hasta que noté que crecía con cada pasada de los cepillos. Creció rápidamente hasta llegar al suelo, me angustié y quise irme, pero el aire era tan denso y tan fuertes las manos que sostenían mi cabellera, que no paraba de crecer, que era imposible avanzar. Siento mucho calor estoy sofocándome. La angustia me sobrepasa, quiero pedir ayuda pero no consigo articular palabra hasta que mi garganta estalla en un grito
“¡Es mío! ¡Es mío! ¡Es mío!”


Abro los ojos. Que pesadilla, estoy empapada en sudor, sofocada de calor. Huele a quemado “¿A quemado?” “¡Dios, la casa está en llamas, tengo que salir de aquí!”
Al bajar de la cama caigo hasta quedar colgada de su borde. Me doy cuenta que la cama está en un saliente a mitad de un precipicio. Veo cuerpos desnudos que caen rodando, golpeando contra las rocas prominentes, gritando y suplicando. Por debajo de mí las llamas del averno, aullidos de dolor y miles de voces que repiten rítmicamente “Por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa”
De rodillas sobre la cama y con una Biblia en la mano un sacerdote colérico me grita “¡Pecadora, pecadora!”
Cierro mis ojos, quiero dormirme, deseo regresar a mi sueño. Escucho la voz del sacerdote que sigue gritándome.
“¡No te duermas, despierta, despierta, debes regresar al infierno por los siglos de los siglos, Amén!”


Estoy de pie frente a las Diosas que siguen enumerando cargos. Empapada en sudor, sofocada de calor pero no pienso moverme, no. No quiero despertar. Firmes manos peinan con suavidad mi larga cabellera.

"La caída" Rubens

Otros colegas del averno que trabajan con la misma foto

http://visionesdelaluna.blogspot.com/2009/09/otono.html

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martes, 15 de septiembre de 2009

"Perdido"


Mezclado entre la realidad y la ficción anda mi Yo.
¿Y si me pierdo y quedo de este lado?
¿Qué pasaría?
¿Quién se arrojaría al laberinto a buscarme?

Recorro calles paralelas que por momentos son perpendiculares. El hilo de Ariadna se cortó. Oigo la carrera absurda del Minotauro que grita mi nombre, mientras su aliento a bestia sedienta llega a mi nuca. El olor de mis heridas me hace detectable ante las sombras que no paran de arrastrar sus cadenas, conforme corro, corren tras de mí. Todo esfuerzo es en vano. El sudor se mezcla con la sangre, el ardor en mi piel me recuerda lo frágil que es la línea, lo simple que es pasar de aquí a allá, sólo un pequeño paso que no tiene retorno. Veo tu cuello entre mis manos y te reconozco por un instante, ¿qué hago? si eres tú; vacilo, te suelto y te oigo toser. Te transformas en la bestia que vuelve a la carga. Alzo el puño y me defiendo, descargo todo mi miedo una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez... hasta el cansancio.

Sentado en el suelo y apoyado en la pared recupero el aire, una bocanada de realidad llena mis pulmones. Estoy bañado en sangre, con los brazos ardidos por los arañazos, y tú...
¿Qué haces tú en el suelo...?
¿Quién te ha hecho esto amor mío?

Ahora,
paseo por un pequeño piso,
con un cuerpo inerte entre mis brazos.
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sábado, 12 de septiembre de 2009

"Blog"


Jajajajajajajajajajajajajajajaja!!!!!!!!
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Abrazos y besos para todos, los reparten como quieran

"Un flautista por favor"


Hubo un tiempo en que las ratas eran animales del campo. Pasaban libremente de unas tierras a otras. Robaban para comer, a veces en los graneros, otras en los corrales o directamente en los cultivos.
Luego se instalaron en las zonas suburbanas, lugares que la gente de bien de las ciudades solían evitar por miedo a las ratas. Pero en algún momento, que no sabría determinar, estas llegaron a la ciudad.
Se camuflaron y hoy viven entre nosotros, en cualquier casa... en la del vecino quizá, en los ministerios, en los juzgados, en las iglesias, en los cuarteles, en las grandes empresas, en los despachos.

“Érase una vez una bella ciudad llamada Hamelin. Pero una mañana, al despertarse, las gentes de Hamelin descubrieron que la ciudad se había llenado de ratas”
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